La carga de la demencia: un desafío global

la carga de la demencia

Principales Conclusiones

  • En 2019, más de 55 millones de personas padecen demencia en todo el mundo, más del 60 % de las cuales viven en países de ingresos bajos y medios. 
  • Cada año hay casi 10 millones de casos nuevos.
  • La carga económica mundial de la demencia supera los 1.3 billones de dólares al año
  • Las enfermedades pulmonares crónicas como la EPOC se correlacionan con un mayor riesgo de demencia
  • El 60-77% de las personas con EPOC tienen algún deterioro cognitivo
  • Estudios a largo plazo confirman que la función pulmonar deficiente está relacionada con una cognición más deficiente
  • Fortalecer los músculos respiratorios mediante el entrenamiento puede ayudar a frenar el deterioro cognitivo
  • Los estudios demuestran que el entrenamiento de los músculos respiratorios mejora la flexibilidad mental, la memoria y la cognición más que otros ejercicios.

 

La demencia es un problema sanitario internacional cada vez mayor; actualmente hay casi 40 millones de personas afectadas en todo el mundo y se prevé que esta cifra se duplique en las próximas dos décadas. La enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia, afecta a una parte importante de la población de edad avanzada. Sorprendentemente, la demencia supera a las enfermedades cardíacas y al cáncer como las enfermedades más caras a nivel mundial, lo que impone una asombrosa carga económica de $ 1.3 billones anualmente. 

Este inmenso costo se debe principalmente a la atención social continua que requieren las personas afectadas, que abarca los servicios de atención médica reembolsados ​​y las contribuciones sustanciales de los familiares y miembros de la comunidad. Si bien los medicamentos eficaces para la demencia siguen siendo difíciles de alcanzar, el tratamiento actual de la enfermedad se centra en mitigar los síntomas y mejorar los estilos de vida y la atención de los pacientes.

 

Prevención: la clave para abordar la demencia

Sin una cura para la demencia, la prevención y la desaceleración de la progresión de la enfermedad han recibido considerable atención. Existen varios factores de riesgo para desarrollar demencia, algunos de los cuales pueden verse influenciados por decisiones individuales. Una directriz notable sugiere que “lo que es bueno para el corazón es bueno para la cabeza”, y enfatiza la importancia de dejar de fumar, el consumo moderado de alcohol, un estilo de vida saludable y la actividad física regular para reducir el riesgo de demencia. 

Estas elecciones de estilo de vida no sólo afectan el riesgo de demencia, sino que también mitigan el riesgo de afecciones relacionadas, como diabetes tipo 2, presión arterial alta, niveles elevados de colesterol y obesidad.

 

Revelando una nueva conexión: pulmones, enfermedades pulmonares y prevención de la demencia

Investigaciones recientes han revelado un vínculo fascinante entre la salud pulmonar, las enfermedades pulmonares y el desarrollo de la demencia. Esta revelación arroja nueva luz sobre posibles medidas preventivas para el deterioro cognitivo. Reconocer el deterioro cognitivo como un factor extrapulmonar crítico en enfermedades pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) subraya la necesidad de una estrategia integral que aborde las comorbilidades de alto riesgo, incluida la demencia.

 

Enfermedad pulmonar crónica y aparición de demencia

En los últimos años, ha surgido una fuerte correlación entre el deterioro de la función pulmonar, particularmente en afecciones como la EPOC, y el deterioro cognitivo, los signos iniciales de un posible desarrollo de demencia. Las observaciones de profesionales de la salud en este campo, como Deborah Inman y Martha Hardwick, indicaron que el deterioro cognitivo a menudo coincide con un empeoramiento de los problemas respiratorios. Esta noción intuitiva fue validada aún más por estudios que revelaron que un porcentaje sustancial de personas con enfermedad pulmonar y EPOC experimentan deterioro cognitivo. 

Además, las comparaciones entre pacientes con EPOC más jóvenes y mayores demostraron un deterioro cognitivo acelerado en aquellos con EPOC, lo que se correlaciona con capacidades físicas reducidas y una mayor vulnerabilidad a infecciones y exacerbaciones. El deterioro cognitivo también fue prevalente en los pacientes con EPOC, independientemente de la gravedad de la enfermedad. 

Estos hallazgos subrayan el estrecho vínculo entre el deterioro pulmonar y cognitivo. Sin embargo, el efecto más pronunciado en pacientes ancianos con EPOC puede atribuirse al envejecimiento más que a la progresión de la enfermedad. Si bien algunos estudios sugieren un vínculo potencial entre el asma desarrollada en la mediana edad y el deterioro cognitivo, se esperan más conclusiones clínicas de Base Científica (Solo en Inglés).

 

Cerrando la brecha: función pulmonar y salud cognitiva

Durante varios años, estudios a largo plazo en poblaciones extensas han reafirmado la conexión entre la función pulmonar deteriorada y el deterioro cognitivo. Independientemente de las enfermedades subyacentes, las personas con función pulmonar deteriorada tienen más probabilidades de presentar una peor función cognitiva y enfrentar un mayor riesgo de hospitalización mediada por demencia. 

Las investigaciones en la población de edad avanzada han revelado que una capacidad respiratoria deficiente está relacionada con una función cognitiva reducida y una menor calidad de vida. Sin embargo, el mecanismo preciso que conecta la función cognitiva reducida y la función pulmonar deteriorada sigue siendo un tema de investigación en curso.

 

Rompiendo el vínculo: fortalecimiento de los músculos respiratorios para preservar la función cognitiva

Dado que el rendimiento deficiente de los sistemas pulmonar y respiratorio provoca un mayor deterioro cognitivo, abordar los problemas subyacentes de la función pulmonar puede ofrecer un medio para frenar el deterioro cognitivo. El fortalecimiento de los músculos respiratorios mediante el entrenamiento de resistencia se perfila como una contramedida eficaz para prevenir la aparición del deterioro cognitivo.

Un importante estudio clínico en el que participaron 195 personas mayores sanas examinó recientemente el impacto del entrenamiento de los músculos respiratorios (RMT) en la función cognitiva. Los participantes se dividieron en tres grupos: uno realizó actividades de interacción social, el segundo realizó ejercicios aeróbicos caminando y el tercero realizó ejercicios de respiración y entrenamiento de los músculos respiratorios. Después de seis meses, las evaluaciones de la función cognitiva revelaron mejoras significativas en la abstracción y la flexibilidad mental entre el grupo RMT. 

Por el contrario, el grupo de interacción social mostró una memoria semántica mejorada pero una menor manipulación mental después del período de estudio, mientras que el grupo de caminata no mostró mejoras en la función cognitiva. Estos hallazgos enfatizan que el entrenamiento de los músculos respiratorios y los ejercicios de respiración ofrecen beneficios superiores para la función cognitiva en comparación con el ejercicio regular o la interacción social.

Otro estudio centrado en personas de edad avanzada con presión arterial más alta de lo normal arrojó resultados similares. En este caso, RMT mejoró la función cognitiva, incluida la memoria y la velocidad de procesamiento, en seis semanas y redujo la presión arterial en 10 mmHg. Esto destaca la RMT como un enfoque holístico que aborda diversos síntomas relacionados con la edad.

Además, los beneficios de la RMT van más allá del deterioro cognitivo relacionado con la edad. La investigación que investiga los efectos del RMT sobre el deterioro cognitivo mediado por la altitud demostró que preparar los pulmones para la altitud mejora la velocidad de procesamiento y la memoria de trabajo a grandes altitudes, como 12,000 pies. Esto sugiere que la RMT puede ser una herramienta valiosa para montañeros, atletas, pilotos y guerreros de combate que operan a alturas importantes.

 

En conclusión: la promesa del entrenamiento de los músculos respiratorios

En conclusión, el artículo destaca la conexión fundamental entre la salud pulmonar y el bienestar cognitivo. Con el proceso de envejecimiento irreversible, mejorar la función pulmonar ofrece un medio potencial para mejorar la función cognitiva o frenar su deterioro. Emerging Base Científica (Solo en Inglés) sugiere que el entrenamiento dirigido a los músculos respiratorios (RMT) influye positivamente en la función cognitiva, la memoria y la aptitud mental. 

Dispositivos como “The Breather”, diseñado para el entrenamiento de los músculos inspiratorios y espiratorios, es prometedor para reducir el riesgo de desarrollar deterioro cognitivo y demencia durante el proceso de envejecimiento, particularmente para personas con función pulmonar comprometida. Además, RMT con “The Breather"Puede mitigar factores de riesgo adicionales de demencia, como la presión arterial alta y la intolerancia al ejercicio.

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1 Comentario

  1. Jean Voitel

    Tengo muchas ganas de practicar.

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